


HISTORIA DE LA YERBA
La yerba mate tiene sus raíces en el corazón de Sudamérica. Ya era consumida por los pueblos guaraníes mucho antes de la llegada de los colonizadores. Ellos la llamaban “ka’a” y la usaban como bebida sagrada, energizante y medicinal. Con el tiempo, los jesuitas la cultivaron y expandieron su uso, dándole nombre al famoso “mate”. Hoy, sigue siendo parte fundamental de nuestra cultura: un ritual, una excusa para charlar, una tradición que se transmite de generación en generación.
¡Una bebida con historia, sabor y corazón!
RITUAL DEL MATE

Llená ¾ del mate con yerba. Incliná un poco para formar un hueco.

Agregá agua tibia. (Un chorrito) para humedecer la yerba. Esperá unos segundos.

Poné la bombilla. Clavala donde hiciste el hueco, sin moverla más.

Cebá con agua a 70-80°C. ¡Y listo! A disfrutar del primer mate
¿CÓMO ELEGIR LA YERBA IDEAL?
¿BUSCÁS ALGO SUAVE O INTENSO?
Si preferís un sabor más liviano, optá por yerbas suaves o compuestas. Si te gusta el sabor fuerte y duradero, buscá yerbas intensas o uruguayas.
¿QUERÉS ALGO FUNCIONAL O RELAJANTE?
Algunas yerbas incluyen hierbas naturales como menta, melisa o té verde. Ideales si buscás bienestar o un mate más relajante.
¿TOMÁS SOLO O EN RONDA?
Para el mate de todos los días o en ronda con amigxs, las yerbas clásicas son una gran opción: rinden bien y tienen sabor equilibrado.
¿IMPORTA EL ORIGEN?
Las yerbas brasileras suelen tener un sabor más intenso y una molienda fina. Las argentinas, en cambio, son más equilibradas y versátiles.